Malapascua: la guarida del tiburón zorro en Monad Shoal

Nuestra siguiente parada en Filipinas es la pequeña isla de Malapascua, un diminuto reducto de Sol implacable y aguas transparentes situado al noreste de la isla de Cebú en las Bisayas Centrales. Aquí viven muy tranquilamente hasta ocho aldeas y un protagonista bajo el agua, el tiburón zorro, en su refugio de Monad Shoal. Él solito es el culpable de la gran mayoría de turistas que llegan a esta isla y del diseño de figuras, camisetas y diferentes souvenirs con su elegante silueta que los locales venden orgullosos.

Desde que colonizadores españoles quedaran varados en la Navidad de 1520, la islita se ha conocido por este nombre tan peculiar. Hoy en día pequeños hoteles y centros de buceo se alinean en la principal playa del sur de la isla, Bounty Beach, siendo el punto neurálgico de los visitantes. Se ha recuperado bastante de los estragos que causó el tifón Yolanda y ahora luce reluciente y pausada para darte la bienvenida a unos días tranquilos en sus aguas.

Cómo llegar a Malapascua

Contando que en Filipinas hay más de 7107 islas, el punto de “tierra firme” más cercano a Malapascua es el pueblo y embarcadero de Maya, en el extremo norte de la isla de Cebú. Hasta aquí llegan los buses de Ceres desde Cebú, principal vía de paso para llegar aquí, los cuales salen desde el amanecer al atardecer.

Nosotros veníamos desde Tagbilaran en ferry nocturno, así que una vez llegados al puerto de Cebú y previo pago al taxi de 100 PHP, nos plantamos de madrugada en la estación norte de la ciudad para salir a las 5 de la mañana. El precio del bus a Maya fue de 160 PHP y tarda unas 4 h 30 min. Una vez en Maya sólo queda tomar la bangka, que van saliendo según vayan llenándose y que por 100 PHP nos dejará por fin en Bounty beach.

En Maya se produce un negocio muy curioso del cual nos habíamos informado antes de llegar. Según esté la marea te cobran actualmente 20 PHP de más por acercarte a la bangka grande en una pequeña embarcación, con la excusa de que la grande puede encallar en puerto. ¿Poner un jetty? Para qué si ese pequeño negocio sale a cuenta. No os preocupéis que no se les olvidará de cobrar los 20 PHP tanto a la ida como a la vuelta por un trayecto de apenas… ¿1 minuto??

Buceando con Devocean Divers en Monad Shoal y Gato Island

Como ya hemos indicado, el objetivo principal de todo buceador que llega hasta Malapascua es ver de primera mano la silueta del tiburón zorro. Para ello, nosotros elegimos el centro de buceo Devocean Divers en la misma playa de Bounty beach, dirigido por el holandés Marcus Benders.

Con unas instalaciones muy buenas y bien organizados, certificado 5 estrellas PADI y miembro de Green Fins, Devocean Divers promueve el buceo responsable en la isla. Ofrecen todos los cursos posibles de PADI y las inmersiones en Monad Shoal, cuestan 1700 PHP. Como guía e instructor tuvimos a Pepan, un hispano francés que lleva algo más de un año por allí y que hizo todo lo posible para que disfrutáramos en cada una de las inmersiones.

                 

Monad Shoal, la isla submarina hogar del tiburón zorro o Thresher shark

Vamos a empezar por el final. Nos dolió en el alma pero no vimos al tiburón zorro. Ooooohhh!! La naturaleza es así y otras veces hemos tenido suerte, pero en esta ocasión se nos escapó de las manos, hay que respetarlo. Cabe decir que la gran mayoría de gente que va lo ve, la probabilidad es realmente bastante alta.

Este escurridizo tiburón puede llegar hasta los 6 m con su cola en forma de látigo, con la cual impacta sobre sus presas, principalmente calamares y bancos de sardinas. Suele vivir a profundidades de 200 m y es por esto que posee unos llamativos y grandes ojos. Aquí en Monad Shoal, situada a 25 min al sudeste de Malapascua, se da un fenómeno único en el mundo. Cada mañana al amanecer, estos animales emergen de la profundidad hasta llegar a esta isla submarina que utilizan como estación de limpieza junto con mantas oceánicas o rayas águila las cuales también pueden avistarse. El punto más alto de la isla está a 14 m de profundidad y la ladera cae en un abismo que llega hasta los 200 m. Para realizar esta inmersión se necesita ser buceador avanzado o tener la especialidad de profundo, ya que el lugar de avistamiento se sitúa entre los 27 m – 30 m. Se recomienda Nitrox para esta inmersión aumentando así bastante el tiempo de fondo.

Como los tiburones son muy madrugadores ya que suben entre las 6 y las 8 de la mañana, el centro nos da cita a las 4h 30 min, en plena oscuridad. Antes de que te des cuenta estás en la bangka en dirección a Monad Shoal con un amanecer espectacular,  las montañas de Leyte de fondo y con una sensación de adrenalina a tope.

En nuestro caso nada más saltar había bastante buena visibilidad divisándose la gran mole submarina desde casi la superfície. Es obligatorio utilizar la línea de guía hasta llegar a la cima y ya una vez abajo, se desciende por el costado del muro hasta los 30 m donde hay varios puestos artificiales para esperar a que el animal aparezca. Aquí es donde tuvimos mala suerte, ya que una especie de termoclina nos quitó toda la visibilidad que había arriba, viéndose sobretodo un fondo verdoso lleno de partículas. Cabe destacar que como en muchos casos de la naturaleza esto es pura suerte, ya que el grupo que había justo después de nosotros lo vio, mientras todavía estábamos en el agua a 14 m disfrutando del arrecife del lugar.

Si hubo algo que nos enfadó fue el poco respeto de algunos buceadores tanto en Malapascua como otros lugares de Filipinas. No queremos señalar a nadie pero no es la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que buceadores chinos se creen los «Reyes del Mambo» y hacen lo que les da la real gana. Tocar animales o corales, tumbarse encima del coral como si fuera un sofá, dar empujones y patadas al resto para situarse donde quieren, ir dando tumbos golpeando a todo y a todos… en fin.

Aunque nos quedamos sin el plato fuerte, en el punto más alto de la cima hay bastante vida pequeña: peces león, nudibranquios, gamba mantis e incluso un tiburón punta blanca que por allí pasaba.

Gato Island y gran túnel

La isla de Gato es el otro punto principal de buceo de Malapascua y se sitúa al noroeste de esta y a 45 min en bangka. Se trata de un pequeño pináculo rocoso que surge del mar y donde existe un túnel submarino de unos 30 m a escasos 5 m de profundidad.

Si no se tiene claustrofobia, pasar el túnel casi a oscuras solo iluminado con tu linterna está muy chulo. En ocasiones, aquí reposan tiburones punta blanca. Buceando alrededor del túnel y de la pequeña roca tendremos oportunidad de ver variedad de vida pequeña: peces payaso, peces león, peces pipa, peces globo, caballitos de mar, gambas, nudibranquos, serpiente coral acuática e incluso vimos hasta cuatro calamares bien grandes de colores vistosos.

 

Qué hacer en Malapascua

Como ya hemos indicado Bounty beach es el centro turístico junto con Población beach, la playa de Logon donde están la mayoría de hoteles, restaurantes y centros de buceo de la isla. Con todo y eso merece la pena perderse un poco por las calles de las aldeas cercanas situadas justo detrás de las playas conocidas. A diferencia de otros lugares de Filipinas, Malapascua es bastante tranquila, ejemplo de vida isleña 100%. La población es muy amable y no dudarán en ayudarte si les preguntas (estas calles son un laberinto por cierto). Los niños no dudan en sonreír, saludar y compartir un momento contigo.

Merece la pena llegar hasta Guimbitayan y su aldea, situada al lado del faro en la parte norte de la isla. Aquí hay varias playas preciosas sin apenas gente donde pasar si quieres un día entero. Nosotros fuimos andando bajo un Sol de justicia durante un buen paseo de 50 min y pasando por varias aldeas. Si se opta por la opción más cómoda cualquiera con motocicleta te acercará por un módico precio.

Un tour que no hicimos pero se ofrece bastante, es el de la visita a la isla de Kalangaman, a 70 min de Malapascua. Se trata de la típica isla paradisíaca al estilo de White Island en Moalboal o otras parecidas. El tour lo ofertaban entre 600 y 800 PHP.

Aunque nos enteramos ya tarde, algo que recomendaríamos hacer es participar en alguna de las actividades de Go Green Malapascua con la población local, sobretodo con los más pequeños. Encabezados por Dani Bueno, un español afincado en Malapascua, tratan de concienciar sobre el uso del plástico explicando la importancia del medio ambiente y la gestión de residuos en su isla.

Seguramente todo aquel que vaya o haya estado en Filipinas se habrá dado cuenta de la cantidad de pajitas que ponen en cualquier refresco que se pida en un restaurante o bar y el daño que hacen en los océanos. En Malapascua están intentando acabar con esto y esta asociación junto con Devocean Divers y otros hoteles y centros de buceo han conseguido sacar de los arrecifes cercanos un montón de kilos de basura.

Dónde alojarse en Malapascua

Tuvimos dos alojamientos distintos en la isla: uno bueno y otro muy malo del que salimos corriendo. El primero Mr Kwiz es el que se lleva la peor parte y no lo recomendamos para nada, ¡en absoluto! Costaba 600 PHP  la noche y teniendo la segunda noche ya pagada, decidimos perderla y optar por dormir en otro sitio, algo que no habíamos hecho jamás. Este lugar lo habíamos visto recomendado por algunos imaginamos que por barato, aunque si por barato te dan una habitación sucia, pequeña, maloliente, llena de humedades, lavabo inservible y sábanas llena de vete a saber qué, ya no sale tan barato. Nos hemos duchado en muchos sitios repugnantes y efectivamente este es uno de ellos. Si además le añadimos que está dentro de un laberinto de calles y lejos de la playa principal, apaga y vámonos. Parecía que estuvieran renovando habitaciones, ojalá sea así.

 

   

Si se pagan 5 euros por una habitación, aún se puede comprender pero 600 PHP tampoco es «moco de pavo».  Esto es algo que encontramos de manera recurrente en varios lugares de Filipinas, alojamiento no muy caro, pero sí caro para lo que era. Todo lo que fuera con unos mínimos y medio decente pasaba de los 1000 PHP y  a veces ni aún así. Así que de media algo, es algo más caro que otros países del Sudeste Asiático en nuestra opinión. Se recomienda bastante su restaurante pero viendo la limpieza de la habitación y la poca gente que había decidimos no probarlo, platos entre 100 y 200 PHP.

La otra opción que encontramos fue el Blue Water Hotel, en la misma Bounty beach y más que correcto. Habitación limpia con ventilador, agua caliente (algo bastante raro) y desayuno por 1300 PHP. Tras la experiencia de la noche anterior lo pagamos hasta con gusto jeje. Quizás es un precio algo caro para un viaje de largo recorrido, pero para unas semanas en Filipinas vale la pena pagar ese algo demás y este sitio reúne todo lo suficiente sin tirar el presupuesto por la borda.

Dónde comer en Filipinas

Como siempre las carenderías no faltan, hay algunas en las callejuelas tras Bounty beach donde puedes atiborrarte de la especial dieta carnívora filipina como el Pork adobo y demás como estandarte.

También probamos el Restaurant Mabuhay donde a pesar de que tardaron bastante en servirnos, tenían platos bastante grandes tanto de comida filipina y occidental que no estaban mal. Se sitúa al oeste de la playa principal, donde se toma el camino para ir a Población beach.

Por las callejuelas tras la playa principal también podemos encontrar el restaurante Isla Bonita, con comida filipina pero hecha con un poco de cariño y amor. Aquí sinceramente nos reencontramos con la gastronomía filipina, tras un tira y afloja que nos duró todo el viaje… me gusta o no?

Si alguien quiere darse un homenaje recomendamos el Amihan, un restaurante italiano dirigido por un italiano afincado allí que no lleva mucho tiempo abierto. Está situado en lo alto de un promontorio con vistas a Población beach y no se come nada mal. Nos lo recomendó nuestro guía Pepan con el que fuimos a cenar la última noche. Los platos van de 200 a 400 PHP.