El País Vasco nos ha atraído desde siempre y no han sido pocas las visitas que hemos hecho a este rincón del norte lleno de montes, una costa mágica y salvaje y con una gastronomía de ¡Aúpa! Aquí te traemos una ruta para informarte sobre qué ver en San Sebastián y demás rincones de Guipúzcoa.
Un viaje a Euskal Herria a pesar de su pequeño tamaño da para muchas zonas y opciones distintas, ya que tanto la costa como el interior merecen bien la pena y ya sea Guipúzcoa, Vizcaya o Álava poseen un montón de atractivos y una identidad propia del lugar.
En este post nos centraremos en Guipúzcoa, en su capital San Sebastián y en los alrededores de esta ciudad tan reputada tanto aquí como en el extranjero.
Índice del post
Qué ver en San Sebastián
Aunque no hemos vivido nunca en la ciudad vasca, creo que no me equivoco si digo que posee una calidad de vida extraordinaria. Se trata de una ciudad elegante con un bonito casco antiguo y uno de los mejores paseos marítimos, de un tamaño no excesivamente grande, con el Mar Cantábrico de frente y rodeada de montes verdes.
Cualquiera que visite San Sebastián dedicará parte del tiempo en caminar arriba y abajo el famoso Paseo de La Concha. La alargada playa y su paseo marítimo parece ser el punto de encuentro de donostiarras y turistas.
Desde el Club Náutico y el Ayuntamiento hasta el Palacio Miramar, la gente va y viene o toma el Sol en la alargada playa en forma de c, flanqueada por los Montes Igeldo (oeste) y Urgull (este) y con la Isla de Santa Clara justo en frente.
A la Concha le sigue la Playa de Ondarreta que siguiéndola hasta el final nos llevará hasta la famosa escultura del Peine del Viento de Chillida, otra de las fotografías más icónicas de la ciudad y donde si el viento sopla te puedes poner en remojo rápido.
Otra opción aquí es tomar el funicular para subir al Monte Igeldo y admirar las maravillosas vistas de toda la bahía.
Dónde comer en San Sebastián. Vamos de pintxos
Al este de la Concha y a los pies del Monte Urgull encontramos el Casco Viejo, personalmente lo que más me gusta de San Sebastián jeje. ¿Por qué? Porque la Parte Vieja de San Sebastián está reconocida como la zona con más bares por metro cuadrado del mundo… ¡y qué bares!
En Euskadi se come de lujo y los pinchos son una de tantas especialidades. No descubro el mundo si digo que en esta estrecha cuadricula de calles están algunos de los mejores y venir a Donostia y no probar ni un pincho es pecado mortal.
La calle Fermín Calbetón, la 31 de Agosto y la Pescadería son las que recorrimos de arriba abajo, un epicentro de desenfreno gastronómico. Por dar alguna recomendación que especialmente nos gustó: el Bar Sport, Bar Néstor, el Borda Berri o el Goiz Argi.
En Euskadi los Burger King y demás bazofia deberían estar prohibidos. No sólo hay bares aquí, también podemos encontrar la Catedral o la bonita Plaza de la Constitución.
Para bajar la comida es preferible subir a pie el Monte Urgull que tomar el funicular del Monte Igeldo. El Urgull está justo detrás de la Parte Vieja y también posee unas bonitas vistas de la Concha, de la Zurriola y en definitiva del Mar Cantábrico y toda la ciudad.
Para llegar hasta arriba se disfruta del agradable paseo entre árboles y podemos elegir entre varios miradores como el Baluarte del Mirador o la Batería de las Damas.
Desde la Parte Vieja se puede cruzar alguno de los bonitos puentes salvan el río Urumea y llegar hasta el auditorio del Kursaal. Es aquí donde empieza la Playa de la Zurriola, la más frecuentada por los surfistas. Aquí no faltan las tablas de surf ni las olas grandes o muy grandes según la época.
Pasai Donibane
A pocos km al este de San Sebastián, se encuentra este pequeño pueblo que me sorprende que no sea más visitado ya que ofrece algunas de las mejores imágenes de la arquitectura típica vasca.
Construido casi en la pared de una montaña se sitúa a lado y lado de la Ría de Pasaia que desemboca en el Mar Cantábrico. La estrecha calle Donibane que desemboca en la Plaza Santiago donde encontramos varias casas de madera encalada, dan paso a toda una serie de restaurantes a cada cual con más buena pinta. Aquí sobretodo están especializados en pescado y marisco.
También se puede cruzar la ría en la “motora”, unas pequeñas embarcaciones que son conocidas por trasladar a los peregrinos de un lado a otro en la Ruta Norte del Camino de Santiago.
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Astigarraga
Al sureste de San Sebastián se encuentra este municipio, que con su vecino Hernani, cuenta con la mayor concentración de sidrerías (sagardotegiak) del País Vasco. Cada año en Astigarraga, la temporada de sidra (Enero a Abril) se inaugura aquí con la apertura de las primeras barricas de esta bebida al grito de ¡Txotx!
Los montes llenos de manzanos rodean a muchos de los caseríos – restaurante que sirven a veces en temporada y otros durante todo el año el llamado menú de sidrería.
Comer en una sidrería
Hay muchas sidrerías y de diversos tipos: pequeñas y grandes, familiares, tradicionales etc… El menú suele rondar entre los 25 y los 35 euros y es lo que tienen todas en común, a parte del ambiente de reunión en “cuadrilla” como dicen por allí.
La comida es contundente y el menú suele consistir en entrante de chorizo a la sidra, tortilla de bacalao, bacalao con pimientos, chuletón y de postre nueces, queso y unos dulces llamados tejas.
Por supuesto, la sidra toda la que queramos sacada de numerosas barricas en cámaras contiguas. ¡Con hambre no se queda uno!
Hondarribia
Sin duda de los pueblos más bonitos del País Vasco para mi gusto. A orillas del Río Bidasoa y a un último paso de la frontera con Francia y el País Vasco Francés, Hondarribia merece más que un simple paseo.
El casco histórico se sitúa a cierta altura de la Bahía de Txingudi y todavía tiene conservada la muralla medieval que lo rodea y las dos puertas principales de San Nicolás y Santa María.
A destacar la Plaza Olerkarien y la Plaza Gipuzkoa que nos encantaron, más con la suerte que tuvimos de coincidir con una feria medieval.
Más al norte está situado el conocido Barrio de la Marina donde una sucesión de casas de madera entramada verde, roja y azul dan lugar a un montón de bares y restaurantes y finalmente al Puerto de Zarra.
Para no perderse el archiconocido restaurante Gran Sol, donde dan una vuelta de tuerca a los pinchos más tradicionales, merece mucho la pena en nuestra opinión.
Getaria
Nos vamos al oeste de San Sebastián hasta llegar a Getaria en la misma costa Guipuzcoana. Este pueblo se rige por el mar y montaña, con el pescado que entra por el puerto diariamente y los montes llenos de viñas para preparar uno de los vinos Txakoli más reputados de la región.
La Isla de San Antón que sobresale del mar y el paseo marítimo son dos lugares magníficos para disfrutar caminando. También conviene acercarse hasta las dos calles principales para pasar por la Iglesia de San Salvador y hacerse una idea de la vida de sus callejuelas para terminar en alguno de los bares cercanos a la plaza del Ayuntamiento como el Politena o el Itxaspe, o comprar alguna botella de Txakoli en alguna tienda.
Dónde dormir en Guipúzcoa. Nuestro campo base
En Getaria pernoctamos en una de las casas rurales más chulas que hemos visitado, un auténtico caserío vasco donde producen su propio Txakoli a parte de miel y otros productos. Parte de estos productos los pudimos probar en el desayuno que era de campeonato.
La casa rural Usotegi se encuentra en la parte alta del pueblo rodeada de viñas y con vistas al centro de Getaria y al mar.
Zumaia
Siguiendo la costa hacia el oeste y a muy pocos km de Getaria encontramos Zumaia. Si bien no destaca mucho por el pueblo en cuestión, sí que nos gustó por sus entornos naturales.
La foto más conocida es la Ermita de San Telmo, que surge sobre un risco al borde del mar. Desde el mirador nos podemos quedar un buen rato embelesados con las fuertes olas.
SI seguimos de la ermita de San Telmo en adelante nos adentramos en una serie de caminos costeros a pie que se integran en el llamado Geoparque Mundial de la Costa Vasca. Aquí en Zumaia encontramos los Flysch, unos acantilados de gran importancia geológica que datan del Cretácico y que forman parte de este Geoparque.
Para comer en Zumaia nos quedamos en el Idoia. Aquí se puede comer de pinchos y raciones o a la carta, pero todo con productos de primera.
Qué granas de conocer el Geoparque de la Costa Vasca y esos impresionantes Flysch!!
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Hola Marta! Muchas gracias es un placer y nos alegra mucho que te haya servido de algo el blog. Ya nos comentas el blog que tienes en mente.
Un saludo!!