BuceoCon arena en la mochilaFijiFiji Beqa Lagoon y YasawaOceaníaBlue Lagoon Resort Nacula Yasawa Fiji

Todavía con la adrenalina en el cuerpo a tope, llegábamos de nuevo a Nadi, donde tan sólo un día antes habíamos aterrizado de nuestro viaje por Australia. Comentábamos la jugada emocionados sobre lo que había sido un apasionante día de buceo en Beqa Lagoon rodeados de tiburones toro, pero también muy cansados de venir enlatados en una «minifurgonetilla» a ritmo de reggae. El transporte de Pacific Harbour hasta Nadi costó 15 FJD y por el camino hay un cambio de furgoneta y una pausa para comprar algo de comer.

Lo que nos esperaría los siguientes días era la parte más tranquila del viaje, las islas Yasawa. Este archipiélago de islas volcánicas situado al oeste de la isla principal, Viti Levu, alberga algunas de las magníficas playas y resorts que se pueden encontrar en el país. Junto con las islas Mamanucas, otro archipiélago cercano, es una de las paradas típicas de los turistas que visitan el país buscando arena blanca y aguas turquesas.

Al llegar a la estación principal de buses de Nadi nos las apañamos para llegar hasta el hotel que teníamos reservado para esa noche. El transporte local no es caro y un bus que se caía a pedazos nos hizo el servicio por 1,30 FJD por persona. Como pudimos comprobar el último día, los precios en las islas principales son bastante razonables en cuanto a transporte y comida se refiere y claro está, nada tienen que ver con los resorts de turno.

Esa noche nos alojamos en Aquarius on the Beach, uno de los varios hoteles que se sitúan en en Wailoaloa Beach, la playa de Nadi situada cerca del aeropuerto. Nos dieron una habitación bastante grande y limpia, un buen lugar para las noches de paso en Nadi de camino a otros lugares del país. Tiene su propia salida a la playa, que todo hay que decirlo, no es especialmente bonita aunque por la noche hay ambiente por la zona.

Salimos a cenar al restaurante del Bamboo Backpackers situado justo al lado. Estaba lleno de gente, buena señal, nos pedimos unos platos de pescado también muy buenos. Además en la misma playa hacían danza del fuego, algo muy tradicional de Fiji que con el tiempo ha resultado ser un entretenimiento para los turistas. Al ritmo de la música los hombres realizan malabares con palos en llamas y resulta espectacular verlo.

                     

A la mañana siguiente el pick up de Awesome Fiji nos venía a recoger en bus para llevarnos directamente hasta Port Denarau. Esta empresa es la que tiene el monopolio del ferry y ciertos hoteles del las Mamanuca y las Yasawa. Por más que buscamos no hay otro tipo de transporte hacia estas islas… bueno sí, la avioneta! Sólo es apta para bolsillos adinerados. Vimos unos cuantos llegar o irse de la isla en avioneta, la cual llega en unos 30 min y aterriza en la misma playa.

En Port Denarau a parte de tiendas, mansiones y hoteles de lujo se encuentra el puerto principal de Nadi y es desde aquí desde donde salen los ferrys. El precio varía según la isla elegida, por supuesto contra más lejana más caro el trayecto. También existe el Bula Pass que te permite subir y bajar al ferry cuando quieras y en la isla que quieras. Estos billetes se venden a partir de los 5 días pero creemos que estarían mejor amortizados y aprovechados a partir del de 7 días en adelante, para poder disfrutar como mínimo de varios días en distintas islas. Íbamos a estar 5 días así que preferimos decantarnos por una que nos gustase y quedarnos allí.

Escogimos finalmente y tras mucho mirar la isla de Nacula, la penúltima isla de las Yasawa donde nos alojaríamos en el Blue Lagoon Resort. Era uno de los más lejanos pero habíamos escuchado muy buenas críticas tanto del hotel como de la isla, así que allí que nos fuimos! El trayecto nos costó 170 FJD por persona sólo ida, ya que el de vuelta, nos lo incluía el hotel dentro del precio. A las 8:30 embarcamos las mochilas y nos esperaban 4 horas y media hasta llegar al destino, con un sinfín de paradas en casi todas las islas. No tuvimos otra cosa que hacer que observar el paisaje y tener paciencia.

Al fin anunciaron por megafonía el nombre de nuestro hotel y el mismo proceso que ya habíamos visto tantísimas veces se repetía. Debido al gran tamaño del ferry, las barquitas con motores fuera borda de los hoteles van en busca de las personas. Tras un pequeño trayecto llegábamos a la playa de Blue Lagoon que da nombre al hotel situado aquí, con una cara de asombro y una sonrisa en los labios… era una de las playas más bonitas que habíamos visto en la vida! El arrecife exterior formaba una laguna en forma de C con aguas turquesas y transparentes y llena de pececillos.

Tras una bienvenida explicativa, nos dirigimos a nuestra habitación, sencillita pero acogedora. Como previamente hemos dicho el precio de los hoteles en Fiji nada tiene que ver con el nivel de vida del país y es bastante alto para la calidad que ofrecen a nuestro entender. El hotel dispone de varios tipos de Villas en frente de la playa y en el interior, las cuales se nos escapaban de nuestro presupuesto. Por otra parte, una buena forma de disfrutar del lugar por 15 euros por persona es el dormitorio compartido. Esta hubiera sido nuestra primera opción, pero tras chupar mucho polvo en los campings de Australia, requeríamos algo de intimidad. Al fin y al cabo no dejaba de ser nuestra Luna de Miel leches! Al final escogimos las habitaciones intermedias llamadas Bula Lodge que no dejaban de ser como un pequeño bungalow sin ningún lujo, con una cama y con baño compartido con los residentes del cuarto común.

La isla de Nacula es bastante grande, pero en ella a parte de este hotel, algún otro y dos aldeas alejadas no hay nada más. Es por esto que el hotel ofrece el régimen de comidas para todo el mundo que cuesta 49 euros por persona y día (desayuno, comida y cena). La verdad que es de lo que más valió la pena, ya que la cocina estaba muy rica, combinando internacional con platos de Fiji, a veces a la carta y otras veces tipo buffet.

Lo que pudimos hacer durante esos días no tiene mucha historia la verdad. Disfrutar de la playa, el snorkel en el arrecife situado justo en frente de la orilla y descansar de un viaje bastante movido. La piscina también la aprovechamos bien, sobretodo cuando todo el mundo se iba a comer a sus horas y nosotros nos quedábamos en remojo a espera de comer a nuestra “hora española”.

El hotel dispone de un planning lleno de actividades entre las cuales está la ceremonia del Kava que se realiza casi cada tarde o la coral de los pueblos de alrededor que vienen a cantar de vez en cuando. El beber en comunidad el turbio líquido extraído de la raíz de Kava es todo un referente en los países de Oceanía, no sólo en Fiji. Seguramente fuera del hotel en una familia sea mucho más real, pero allí cada tarde se juntaban los fijianos alrededor del cuenco y a cantar con la guitarra donde cualquiera era bienvenido. Las canciones un tanto ñoñas eran bonitas, pero tenían un ritmo de 2 km/h y más de uno parecía hasta dormirse jeje. Allí todo es al ritmo del Fiji Time! Los hoteles de las Yasawa son llevados por gente local en su mayoría y no se tratan de macrocomplejos ni mucho menos, sino de hoteles sencillos y bastante bien acordes con el entorno.

Durante esos días subimos a una de las cimas de Nacula desde donde se ve una vista espectacular de las islas de alrededor y la playa de Blue Lagoon. Para ello, y como ya indicaba la carta de bienvenida pudimos disfrutar de dos guías muy especiales. Peque y Papi (nombres inventados por Ely) eran dos perros que rondaban siempre por el hotel y por la playa y que cada mañana estaban deseosos de que alguien enfilara el camino de subida a la montaña. Qué contentos que iban subiéndose por todos lados y atentos de que no te perdieras!

Sin ser el mejor sitio de Fiji para bucear, Yasawa no defrauda y decidimos también hacer una inmersión. El mar de Koro, Taveuni o Kadavu son algunos de los mejores lugares con inmersiones de primera clase mundial pero el tema se nos iba de las manos. En nuestros días en el hotel vimos a un simpático instructor con rastas llamado Jefari (Jef para los amigos jeje) que trabajaba en el centro de buceo del hotel, el Vertical Blue. Cada día que lo observamos fuese en la playa o en la piscina, veíamos que desprendía pasión por su trabajo y paciencia para enseñar este bonito deporte a la gente que se animaba a probarlo.

Un buen día nos dio por preguntarle por una Shark Dive que tenían anunciada para el día siguiente y la verdad que nos decidimos rápido. La conversación con él fue algo así: “ Ei Jef, entonces la Shark Dive de mañana qué tal está? Se ven muchos o no? ““Yes guys! Big bull sharks!”. A los diez minutos ya estábamos arreglando el papeleo para salir al día siguiente a Cathedral, también llamada Chapel, uno de los puntos más conocidos de la zona. El coste fue de unos 50 euros con el equipo.

El día en cuestión salimos en una barca con Jef, otro guía y cuatro personas más hasta Cathedral a no más de 15 min del Blue Lagoon, en mitad del mar. La visibilidad era bastante buena y nada más meternos ya pudimos comprobar el porqué del nombre. Grandes formaciones rocosas con coral duro y blando forman una barrera que surge de la profundidad en forma de grandes torres, donde abundan cuevas, pasajes y túneles.

Nada más tirarnos Ely y yo, cuando habíamos descendido apenas unos metros ya vimos a Jef llamándonos insistentemente con el señuelo y haciendo gestos para que nos acercáramos hasta él. La madre que lo parió! “Big bull sharks” decía el tío, inmensos diríamos nosotros! Sin habernos dado cuenta estábamos descendiendo justo encima de una planície donde se movían cinco tiburones toro enormes! Poco a poco, nos fuimos desplazando hasta el punto de reunión para observarlos a una distancia prudencial… qué maravilla de animal! Un alemán que venía que los tenía “cuadraos”, se acercó más de la cuenta a su territorio para echarles una foto y el más voluminoso de los tiburones metió un respingo que demostraba quien mandaba allí. Qué potencia y qué fuerza que se les nota en esas arrancadas que hacen!

 

La inmersión no había hecho más que empezar y con tanta distracción viendo a los toro casi ni nos habíamos percatado de todo el resto de tiburones a nuestro alrededor. Puntas blancas, grises de arrecife y algún punta negra pululaban en todos los sentidos. También vimos alguna  gran morena que no dudaba en salir de su escondite y peces de arrecife por doquier. Lo más bonito era ir pasando por los arcos o grutas y nada más salir encontrarte con algún tiburón que por allí pasaba tranquilamente. En una ocasión Ely se topó de frente con un toro y la leche como impresiona! En este tipo de inmersión no había un protocolo estricto como en Beqa Lagoon, sino que íbamos paseando y ellos iban haciendo acto de presencia por cualquier lado, muy emocionante la verdad, nos encantó!

Al salir del agua discutimos emocionados con Jef todo lo ocurrido y reímos del primer momento al tirarnos justo encima de los toro. Los días siguientes nos enseñó algunos vídeos y nos dio información de otros puntos de buceo en Fiji espectaculares, ojalá algún día podamos volver y verlo. Mucha suerte Jef en tus propósitos!

Otro lugar interesante que nosotros nos quedamos con las ganas de visitar fueron las cuevas de Sawa-I-Lau, que se encuentran en otro punto de la isla y disponen de lagunas interiores donde darse un baño. Al igual que el punto de inmersión Cathedral, también se encuentra en Nacula y barcas de otros hoteles más lejanos vienen hasta aquí para ambos sitios.

Donde sí que fuimos fue a una de las aldeas de la isla. La distancia es grande y sólo se llega en barca con el hotel, es lo malo de estar tan aislado. Cuesta 20 FJD y la experiencia fue bastante buena, además se ayuda de alguna manera a dichas poblaciones. La aldea es la típica imagen de cualquier pueblo del pacífico, con muchas casas de madera y paja, una humilde iglesia, la escuela y poco más. Nos prepararon algunas canciones y bailes, dimos una vuelta por allí y lo que más nos gustó fue la visita con los niños que también tienen sus canciones preparadas. Qué manera de moverse con tan poca edad, bailan muy bien!

           

        

 

El día que nos tocó irnos era el Día Nacional de Fiji. Las banderas y las camisetas inundaban el hotel y todo estaba teñido de azul. Tras cinco días en aquel paraíso nos fuimos con mucha pena, cuando de lejos desde la orilla las empleadas del hotel entonaban una canción con ese tono tan melancólico que caracteriza su música. Jef agitaba la mano despidiéndose, con un «hasta la próxima» y el Sol bañaba el azul turquesa que inundaba la pequeña bahía. Nos quedaban otras 4 horas y media de vuelta en ferry hasta Nadi donde llegaríamos al atardecer.

Para esa noche dormimos en Rabosea Bed & Breakfast, también situado en una pequeña calle cercana a Wailoaloa Beach y lugar recomendadísimo y barato para alojarse en Nadi, nos costó 20 dólares online. La casa de esta amable pareja es limpia y dispone de habitaciones con baño compartido o privado y desayunazo a un muy buen precio.

Ya tan sólo nos quedaba menos de un día antes de coger el primer vuelo de una larga vuelta a casa pasando por Brisbane – Darwin – Singapur – Dubai – Barcelona. Aprovechamos para hacer las últimas compras y vistar Nadi que no tiene demasiado interés turístico pero permite ver un poco el ambiente de la segunda ciudad de Fiji. Alrededor de la Queens Road, comercios de todo tipo son regentados prácticamente a partes iguales por fijianos e hindús, muy presentes en la sociedad del país.

Como visita muy curiosa está el mercado central en Hospital Rd. Aquí podemos encontrar todo tipo de frutas tropicales, pescado, carne y sobretodo… Kava! Nos sorprendió muchísimo ver que la mitad de la superficie del mercado es para el comercio de esta raíz que amontan en grandes pilas según su calidad y origen.

Nadi también es un buen sitio para comprar artesanía, desde cuencos para el Kava con grabados hasta la increíble colección de utensilios de tortura y muerte en representación del pasado caníbal de las islas Fiji. Aunque pueda parecer macabro se tallan en madera antiguas herramientas, que van desde el «tenedor caníbal sacaojos», el «rompecuellos» o el «hacha abrecolumnas»…Nosotros  nos compramos un gran «rompecuellos» que a modo decorativo queda increíble oigan! jeje. Si a uno no le pesa el regateo, el lugar idóneo a mejor precio que las tiendas y de la misma calidad, es el Handicraft Market situado en Vuhavau Rd.

El Sol se iba apagando cuando dejábamos Fiji atrás y aún nos quedaba el camino más largo que hayamos hecho nunca hasta llegar a casa. Como consuelo al fin del viaje, nos quedaba un día entero en Singapur, un broche de oro a uno de los viajes tipo “sueño cumplido”. Australia nos había llenado y Fiji nos dejó con ganas de mucho más, un alegre país con mucho que ofrecer y del que sólo se rasca la corteza. Esperamos volver algún día y seguir disfrutando de sus mares, su gente y ese simpático… Bula!!!

15 comentarios

  1. Creo que me he deprimido: si hay algún lugar donde me gustaría estar ahora mismo, sería Yasawa! Menudas fotos! Puedo sentir esa felicidad de vivir en la playa y tener la rutina de bucear y dejarse acariciar por la brisa marina… Espero poder ir algún día! Un saludo envidioso pero lleno de cariño 🙂

  2. Vaya lugar tan bonito chicos, y que suerte con a imersion tiene que acojonar bastante estar cara a cara con los tiburones toro… me ha encantado la experiencia, ojala algún dia pueda ver las islas fiji.

    ¡Un abrazo!

  3. Qué maravilla! Un paraíso donde poder descansar y bucear o hacer snorquel. Aunque no sé yo si me atrevería con los tiburones… 😉

    Saludosssssss 🙂

    • Hola Ali! La verdad que es uno de esos sitios en los que por mucho que estés, siempre te estarías unos días más, o semanas… Los tiburones ahí donde los ves son de los animales más nobles, a pesar de ser unos grandes depredadores.
      Un saludo!

      Robert y Ely

  4. La verdad que parece el paraíso, que preciosidad de islas, y la idea de hacer snorkel me parece genial, pensé que era mucho mas caro, espero poder visitarlo en breve.

    • Hola Fotografiandoviajes! Ante todo deciros que muy chulas vuestras fotos de buceo, habéis estado en un montón de sitios! Os seguíamos por twitter pero os añadimos también en facebook que no os teníamos.

      En cuanto a Fiji sin duda el mejor lugar es el mar de Koro al cual se accede con vida a bordo que no es barato precisamente pero ahí lo dejamos… Es el mar situado entre las dos grandes islas principales y principalmente es conocido por el coral blando y los corredores de pelágicos, al parecer es un pasote. Algunas inmersiones son E6, White wall, Grand Central Station, Chemnys… Luego en el norte de la isla principal Viti Levu, existe una isla pequeñita llamada Nananu i Ra, desde la cual hacen salidas a algunos de los puntos del mar de Koro. Esto nos lo recomendaron desde forobuceo donde nos informamos de todo.

      Otras zonas conocidas de buceo son la isla de Taveuni y alrededores, situada al sureste de la segunda isla principal, Vanua Levu (sí, son un lio los nombres jeje). También la isla de Kadavu con el Great Astrolabe Reef (4º mayor del mundo) y que al parecer existen unas agrupaciones de mantas inmensas. En Pacific Harbour, al sur de la isla principal Viti Levu se hace la inmersión con los toro y hasta 7 especies de tiburones más pero quizás de tiburones ya estáis hartos por lo que hemos visto en vuestro blog.

      Bueno esperamos haberos ayudado, como veis hay donde elegir pero el buceo allí es carete y los puntos están muy dispersos unos de los otros.
      Un saludo y por aquí estamos!

      Robert y Ely

      • Muchisimas gracias por tanta información !!!
        Habíamos pensado ir a Pacific Harbour a ver tiburones. Son nuestra pasión !! Nunca nos cansamos de ver esos increibles animales bajo el agua.
        Pero luego, no sabemos muy bien que hacer, porque todo está bastante lejos y no tenemos demasiado tiempo. Vamos a viajar primera por Nueva Zelanda, y nuestra intención es pasar unos días buceando.
        Lo del mar de Koro suena estupendo, pero los cruceros vida a bordo son prohibitivos…
        Muchas gracias de nuevo y seguid contándo cosas tan interesantes en vuestro blog.

        • De nada! Los tibus también son nuestra pasión, que injustamente tratados que están…
          Nuestro problema también fue algo parecido… el tiempo! Veníamos de Australia y a pesar de tener toda esta info de Fiji teníamos que conformarnos con poquito. La inmersión con los toro en Pacific Harbour sí que la hicimos, no sabemos si habréis visto el post para haceros una idea…
          Si tenéis poco tiempo podéis hacer Pacific Harbour y algún punto del mar de Koro desde tierra, desde el norte de Viti Levu. Ya contaréis en cualquier caso!

          Un saludo!

          Robert y Ely

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