AméricaBrasilCon arena en la mochilaPousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

El Pantanal, nuestra primera parada del viaje a Brasil, nos obligaría a realizar una larga jornada de aviones e infortunios que nos daría algún que otro susto, pero estábamos dispuestos a todo. Nos esperaban cuatro días en uno de los mejores parajes naturales de Sudamérica y del mundo con un objetivo principal: avistar el jaguar. La naturaleza es caprichosa y uno nunca puede asegurar estas cosas, pero tanto si lo veíamos como si no, estábamos seguros de disfrutar una gran aventura.

Tomamos el puente aéreo a Madrid una mañana soleada con una hora y media de retraso por “problemas técnicos”, aunque la desinformación reinaba en el Prat. Nuestras mentes ya se olían el pastel de que perderíamos las mochilas durante el escaso tiempo que tendríamos en Barajas para tomar el anticuado avión que nos llevaba a Rio de Janeiro. Tras correr como Usain Bolt por los pasillos nos esperaban diez horas hasta la “cidade maravilhosa” a la que llegaríamos ya de noche y donde se confirmaban nuestras sospechas. Cojonudo! Pasaríamos cuatro días en el Pantanal prácticamente con lo puesto, suerte que Iberia nos recompensó con un “super kit de emergencia”, pero las mochilas no las enviarían hasta vete tú a saber cuando.

Taxi al aeropuerto Santos Dumont para tomar otro vuelo hasta nuestro destino final: Cuiabá, capital de la región de Matto Grosso. En el trayecto, entre la oscuridad pudimos ver por vez primera las favelas subiendo por los morros y la soledad del centro de la ciudad de Rio que a esas horas daba más que respeto. El cansancio hacía mella en el grupo pero estábamos en Brasil! Partimos con el avión de Gol Linhas Aereas y allí estaba entre tanta bruma como flotando en el cielo el Cristo Redentor iluminado, que visitaríamos en los últimos días de nuestro viaje.

Por fin y tras casi 24 horas después de habernos despertado llegamos a la Pousada Ecoverde, regentada por Joel Souza y dueño de la agencia de Ecoverde Tours, todo un personaje. El tío sin haber estado jamás en Cataluña se sabía las comarcas catalanas mejor que yo, impresionante. La posada es uno de los pocos edificios de la época colonial que quedan en pie en el centro de Cuiabá. Es sencilla y con baños compartidos pero hace su función, eso sí, con un calor apabullante. A dormir rápido que al día siguiente nos esperaba un largo trecho por la Transpantaneira, la principal carretera en esta parte del Pantanal.

Posada Ecoverde Cuiabá Brasil

                                    Pousada Ecoverde Cuiabá Mato Grosso Brasil

Por la mañana conocimos al resto del grupo que nos acompañaría en estos días y que también se habían alojado en esta misma posada. Éramos ocho en total, dos grupos de cuatro y un guía para cada uno. Nuestro grupo lo formabámos yo y Ely, Adri y Jeni, nuestro cuñado y mi hermana que nos acompañaron en este viaje. En el otro grupo estaban una pareja de canadienses y Jenpin y Janet, una pareja de Arizona con la que hicimos muy buenas migas, él un simpático y gracioso americano (de origen taiwanés) y ella, una divertida y aventurera cubana. Un saludo desde aquí si leéis esto!

Pantanal Brasil

Una vez listos partimos en furgoneta con Santos, un crack. Santos era uno de los guías, biólogo y apasionado de su trabajo, haría todo lo posible por explicar con detalle las características del Pantanal y todo lo que viéramos durante ese día en el trayecto hasta la primera posada. Al salir de Cuiabá dirección sur, realizamos una parada para desayunar y otra para tomar provisiones en Poconé, la última población antes de emprender la larga ruta por la Transpantaneira.

Poconé Mato Grosso Brasil

Tras haber completado estos primeros 105 km hasta Poconé, tomamos a las afueras de esta población la pista de tierra que atraviesa el Pantanal en su región norte hasta Porte Jofre, la Transpantaneira. Construída en los 70 para transportar ganado, suerte que se paralizó su expansión, limitó su tráfico y a día de hoy ofrece una buena oportunidad para ir observando fauna a lado y lado de la carretera y disfrutar de las tierras inundadas del Pantanal.

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

Un viejo y destartalado marco da la bienvenida a la Transpantaneira, punto casi obligatorio de cualquier visitante para sacarse la foto de rigor. Ya aquí empezamos a ver nuestros primeros yacarés, la especie de caimán endémica de esta región y parte de Sudamérica. A los lados de la carretera se arremolinaban aves de todas clases en las lagunas, entre ellas el «tuiuiú», un jabiru de garganta roja imagen del Pantanal. Los «tuiuiú», las garzas y zancudos no perdían el tiempo en pillar con sus largos picos el pescado, que en la época seca se concentra en estas “pequeñas” lagunas y zonas inundas. Yacarés, aves, peces y alguna que otra capibara compartían el mismo espacio en un ecosistema regido por el jaguar y las anacondas.

Porto Jofre Pantanal Mato Grosso Brasil

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

En época seca el paisaje de este primer tramo de la Transpantaneira es una mezcla entre el “cerrado” (sabana de la región central de Brasil) y los humedales típicos del Pantanal. Seguimos disfrutando durante toda la mañana del paisaje y algunas paradas, sólo interrumpido por el traqueteo de varios de los 122 viejos puentes de madera que tiene la pista, los cuales son reparados cada dos años debido a las inundaciones de la zona.

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

Llegamos a la Pousada Rio Clarinho que se asienta 3 km tierra adentro a la izquierda de la Transpantaneira y a unos 45 km de Poconé. Unos «tuiuiú» nos dieron la bienvenida y enseguida nos repartieron las habitaciones de esta «fazenda». A poca distancia del Rio Clarinho y con uno de sus afluentes que llega hasta la posada misma, el establecimiento se encuentra en plena naturaleza. Las habitaciones son sencillas aunque limpias y dispone de un comedor donde sirven comida local y contundente. Los propietarios viven allí mismo y como pantaneiros que son se ganan la vida con esta «pousada» y la ganadería.

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

                                        Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Precisamente fue a la hora de comer que conocimos a Bonifacio, el que sería nuestro guía en Porto Jofre y que nos esperaba directamente allí. Bonifacio era un hombre pausado y tranquilo, buena persona aunque en algún momento como ya veríamos nos desesperó un poco… En el mismo riachuelo que llega a la posada vimos nuestras primeras capibaras de cerca, tan cerca que si no se les asusta vienen a comer prácticamente a tu lado. La verdad es que son graciosas y nadan de maravilla, da lástima que sean la presa preferida del jaguar

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

                              Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Ya por la tarde nos prepararon unos caballos y nos fuimos a dar un paseo por los alrededores con el objetivo de ver un atardecer espectacular y disfrutar del momento y el canto de las aves. Vimos algunos tucanes y algunas «cutias» (de la familia de los roedores) pero no mucho más, aunque el otro grupo tuvo la suerte de ver un oso hormiguero gigante que frecuentan al parecer esta zona.

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pantanal Mato Grosso Brasil

                 Pantanal Mato Grosso Brasil

Por la noche, con un cielo estrellado como pocos, la atracción principal es ver la cantidad de yacarés que se reúnen en el riachuelo frente a la posada. Con una simple batida de linterna se iluminan infinidad de ojitos brillantes que sobresalen del agua. Y cuidado con no acercarse de más a la orilla porque hubo alguno que nos dio un susto. A la que te acercas y no lo ves se meten directos al agua formando un estruendo enorme, lo mejor es observar desde unos metros atrás sin molestarlos.

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Al día siguiente debemos partir hacia Porto Jofre pero nos queda tiempo para realizar distintas actividades. Nos vamos de paseo dirección al rio Clarinho para disfrutar del amanecer desde una plataforma construida en un árbol inmenso. Desde alli en lo alto, con un sol rojizo que se alza podemos ver la diversidad del paisaje del Pantanal. En 360º se puede diferenciar desde el color amarillo del «cerrado» o sabana, hasta el verde más intenso del bosque tropical en los alrededores del río.

   Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil                                         Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Tomamos una barca a remos que reposa en la orilla y nos disponemos a darle al remo durante dos horas, en las que disfrutamos de un paisaje totalmente verde y un montón de plantas acuáticas que nos van impidiendo el paso. Finalizamos la mañana con una caminata donde aprendemos curiosidades de algunas plantas y vemos el poder territorial de las hormigas de fuego, mortales si te pican en grandes cantidades. Al mediodía nos encontramos en la posada con un guacamayo azul precioso o «araras» como dicen allí, que no tiene miedo de nuestra presencia.

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

                                     Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Volvemos a repetir el paseo por el rio ya por la tarde por otro meandro pero con pocos avistamientos de animales. En ocasiones en esta zona pueden aparecer las nutrias gigantes y muy rara vez nos dijeron el jaguar, pero la naturaleza es caprichosa. Algunas águilas, gavilanes y un montón de martines pescadores sí que nos acompañan durante el trayecto, que con el calor que nos cae en ese momento nos hace sudar de lo lindo.

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

 Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

                                             Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Bien entrada la tarde nos subimos a un todoterreno con asientos al aire libre en la parte trasera. De esta forma recorreremos los km que nos quedan hasta Porto Jofre en un trayecto de cuatro horas… o más por lo que vendría a continuación. El paisaje se torna cada vez más verde y más bonito y cada vez que pasamos un puente las lagunas son más grandes. Durante el camino, la posición elevada de la parte trasera del todoterreno nos facilita el avistamiento y vemos iguanas, yacarés, el ciervo del Pantanal (en peligro de extinción), familias enteras de capibaras y algunos mamíferos pequeños.

Pantanal Mato Grosso Brasil

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

Pantanal Mato Grosso Brasil

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

Llegados a un punto Bonifacio nos dice que entramos en territorio del jaguar y que ya no sería tan extraño poder verlo. Poco nos duraría la emoción ya que a pesar de estar disfrutando del paisaje, el cielo se torna cada vez más gris hasta que rompe a llover. Al cabo de una media hora el cielo oscuro se vuelve en una lluvia tropical bastante intensa y el polvo y la arena de la Transpantaneira se iba transformando en una masa de barro cada vez mas pegajosa. Cuando proseguimos el camino nos tuvimos que repartir con los del otro grupo dentro de los todoterrenos hasta llegar a Porto Jofre. Ah no espera! Que quedamos encallados!

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

                                     Pousada Rio Clarinho Pantanal Mato Grosso Brasil

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

El vehículo donde íbamos llevaba rato dando bandazos a un lado y a otro hasta que antes de pasar un puente se fue hacia la derecha para no volver, a pesar de los volantazos del conductor. Lo mejor de todo es que nos quedamos al borde de una laguna llena de caimanes pero allí ya nadie se sorprendía, aquello formaba parte de la aventura. Tras varias intentonas el coche no salió hasta que otro vehículo que venía en dirección contraria nos remolcó. Síí !! Pero cuidado, menos euforia… porque a la que el segundo vehículo de nuestro grupo pasó por el mismo sitio, también quedo encallado jeje.

Perdimos un buen rato en aquel lugar y ganamos una buena historia que contar. Al menos nos entretuvimos iluminando a los caimanes que se estaban pegando el baño nocturno allí al lado. En una sola charca contamos más de cien sobradamente!

Transpantaneira Pantanal Mato Grosso Brasil

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Cuando (ahora si) por fin llegamos a Porto Jofre vieron que no se podía acceder a nuestro alojamiento por la pista que se internaba a través del bosque, ya que estaba literalmente perdida en el barro. Aquí la Transpantaneira llega a su fin y es el río Cuiabá la barrera natural que existe. El plan b era acceder al alojamiento a través del río Cuiabá donde en una de sus orillas se encuentra el Puma Jofre en el que nos alojaríamos. Estaba diluviando, comenzaba a hacer frío y no tuvimos otra que llenarnos de coraje y meternos en la barca con motor fuera borda que nos llevaría hasta una cama calentita. El trayecto duró apenas cinco minutos, pero diluviando y a toda velocidad quedamos empapados, sobretodo Adri que con la perdida de maletas iba superpreparado, apenas iba ataviado con una camiseta y pantalón corto. Ah bueno y una gorra… muy útil en estos casos jeje.

En la cena y ya más tranquilos la moral no es que estuviese por las nubes, sobretodo yo que me acordaba de todos los dioses del cielo y estaba de muy mala leche. Septiembre era quizás el mes más seco del Pantanal, el que hacia más calor y encima hacia casi tres meses que no llovía según Bonifacio. Un mes ideal para el avistamiento de fauna y sobretodo del jaguar… Por qué nos tocó a nosotros la lluvia justo ese maldito día?! Según nos dijeron, esas lluvias tropicales también venían en ocasiones en la época seca y podían tirarse 2-3 días fácilmente sin parar. Genial! Habíamos llegado hasta el culo del mundo tras varios días para ver la naturaleza de un lugar al que teníamos ganas, pero en ese momento no sabíamos ni siquiera si podríamos salir con la barca al día siguiente.

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